Rituales y Hechizos para ganar en el Casino
Si alguna vez has puesto u pie dentro de una sala o una casa de Casino habrás notado ciertos comportamientos inusuales entre los participantes. Pero, en verdad, no debería de extrañarte: se trata de pequeños rituales casi cabalísticos que los jugadores llevan a cabo para invocar la suerte y la buena fortuna.
Estos rituales son variados, incluyen mantras, rezos, movimientos y todo tipo de comportamientos extraños. Y es que la superstición en los casinos es en verdad notoria, y los participantes se basan en la idea (quizás incorrecta) de que al practicar ciertos rituales lloverá sobre ellos una verdadera tormenta de fortuna.
En las máquinas tragaperras, los rituales más comunes consisten en tocar las pantallas. La creencia es que la energía que circula por los dedos atraerá la figura señalada, casi como si se tratara de un imán. También podemos ver estos comportamientos bizarros en los juegos especiales o bonus de las tragaperras electrónicas: tocan los bordes de pantalla, soplan los botones de comando, cruzan o descruzan sus piernas en determinada manera, incluso repiten algunas palabras.
En las mesas de dados, los rituales son más sencillos, por lo general. Soplar los dados en una actividad muy habitual, y se basa en la idea de que l hacer circular aire por los dados, se eliminarán las energías malignas o maléficas que los rodean. También hay quienes frotan los dados por el paño, con igual intención.
Por su parte, en las mesas de naipes y en la ruleta, los participantes suelen optar por la realización de rituales a nivel físico. Vestir con determinadas prendas de ropa, colocar los pies en una manera particular, resoplar las cartas antes de levantarlas de la mesa, o acariciar las fichas para atraer el bote con sus energías.
Un caso particular.
En las puertas de un casino uruguayo ocurrió un evento inesperado, curioso y atemorizante: se colocó una ofrenda mientras se realizaba una serie de rituales, en el centro de la ciudad en cuestión.
Cinco bellas mujeres (tres de ellas eran rubias, una morocha y una pelirroja) llevaron adelante el ritual y la ofrenda a sólo algunos pasos de la puerta del casino, por sobre la entrada del sector de máquinas tragaperras. Los empleados de seguridad del casino, atónitos, no tuvieron instrucciones específicas sobre cómo actuar en estos casos, por lo que se limitaron sólo a observar los acontecimientos.
El curioso evento atrajo también la atención de transeúntes y otros jugadores, que observaron con intriga y algo de temor los rituales de las mujeres. Algunos dejaron trascender que se trataría de rituales asociados a la devoción de Yemanjá, dueña de las aguas y fuente de vida. Esta deidad ha sido relacionada a una gran serie de rituales y ceremonias referidas a la atracción de suertes y fortunas, y generalmente estas se realizan por medio de una ofrenda especial que incluye velas y alimentos, tal y como sucedió en este casino.
Quizás la intriga principal residió en el objetivo primario de este ritual. Las realizadores y los allí presentes no identificaron i confesaron si esta ofrenda y ceremonia se estaba llevando a cabo con intenciones de atraer la suerte para ingresar al casino y jugar… o bien para atraer el infortunio a esta casa de juegos y hacerlo fundirse y quedar en la quiebra.